miércoles, 15 de febrero de 2012

Neli Queral

Se sentó el arlequín en el muro de la capilla
Masturbaba su mente con acertijos
También con anagramas y alegorías
Se reía de la gente compleja y la sencilla

Apareció un rato después la guillotina de la verdad
Andaba volando cabezas a lo loco otra vez
Para aquellos que no saben obedecerle
Su destino es comer tierra en el palacio de la fealdad

Y si les gritas a los perros, al final se vuelven ciegos
Si te duermes en el frío, amaneces en el sótano
Cuando la gente empieza a falsificar tú firma
No queda más que mejor oírles de muy lejos

Escupió el arlequín a la guillotina riendo con desdén
Psicodélico y fanfarrón, se plantó en sus pies
Con sus tijeras corto un pedazo de cielo gris
Mientras bebía un fuerte trago de azúcar y querosén

“El mundo necesita historias de verdad”, dijo él
“Y vos decidiendo cual taza de té es más grande”
Cansado de la pornografía a su alrededor, escapó
Tomo su barco de fuego y su sombrero de papel

Y si les gritas a los perros, al final se vuelven ciegos
Si te duermes en el frío, amaneces en el sótano
Cuando la gente empieza a falsificar tú firma
No queda más que mejor oírles de muy lejos

Llego el arlequín a otras tierras lejanas
Las mismas guillotinas, la misma indecisión
Una nube color zarco se poso en su mirar
Creyó que todas las esperanzas eran vanas

El arlequín a nada le encuentra sentido ya
Se aburre del rechinido de dientes por el que pagó
Extraña el gemido de la sabana blanda al amanecer
Mas entre tanto orgullo, ha decidido que él no se irá

Y si les gritas a los perros, al final se vuelven ciegos
Si te duermes en el frío, amaneces en el sótano
Cuando la gente empieza a falsificar tú firma
No queda más que mejor oírles de muy lejos

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