- - ¿Un
qué?
- -Onironauta.
- -Oniro…
- -Nauta.
- -Onironauta.
- -Sí,
onironuta.
- -¿Viajas
en sueños? ¿Navegas en sueños?
- -Algo
así es el concepto.
- -Pero…
ósea… ¿por qué tanta obsesión con los sueños?
- -Te
lo respondo con otra pregunta: ¿Cuántas horas dormís vos al día?
- -Unas
8, lo normal.
- -¿Cuántas
ocupa eso de tu día?
- -Pues
el día con 24 horas, la mitad 12… es medio… entonces…divido… una tercera parte
del día.
- - Ósea,
al mes casi que duras 224 horas durmiendo, y en ese momento, imagínate el montón
de sueños que tenemos y la cantidad de imágenes que pasamos recibiendo.
- -Debo
admitir que si lo vemos de esa manera… es curioso
- - Es
que no se cómo explicártelo, simplemente… no sé de que tratará la alucinación
que, sospecho, ya mi mente me tiene preparada para la noche, me encanta cuando
puedo recordarla, pues si la anoto y me esfuerzo un poco, sé que podre
rememorarla siempre y así tener acceso a muchas historias escritas por nuestra loca
mente. A veces me despierto y no me recuerdo de nada, en otras ocasiones
solamente de partes, pero cuando recuerdo muchos detalles y minutos del sueño
realmente me siento lleno. Satisfecho. Feliz. Extraño.
- -Extraño…
interesante, debo admitirlo.
- -Quisiera
encontrar la manera de explicarlo, pero en serio no lo sé. Tal vez es que estoy
obsesionado con visitar otros mundos posibles creados por mi mente, o así como
muchos se obsesionan con otras cosas en específico, yo me obsesione por los
sueños. Y es que debo confesar que también me interesa mucho oír los de la
gente, creo que ahí está la respuesta a lo que realmente somos, lo que
reprimimos, lo que sentimos, lo que anhelamos, nuestra cordura… los sueños… insisto…
ahí es dónde lo real y la realidad pueden convivir… es un hermoso y
estructurado caos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario