Oliendo el
piso de este salón
A cada
segundo me siento menos tímido
Las náuseas
ya se te van contagiando
Delicias
de medianoche con sabor a hollín
Desgarrando
cachetes con las uñas
Ahorcando en
nombre del amor
Los
moretes se convierten en adornos
Y ya no te
exaspera tanto el agua
Puede ser
que te esté escuchando la pared
El odio se
te escapa por la nariz
Atada a
una cama de zumaque
Lavando
heridas con vino
Se cae la
piel a falta de vitaminas
Faltan
sueños más inmensos
Todo queda
escondido en el vagón
Cerca de
las cortadas del talón
El odio se
me está desbordando por la nariz
Vomitaremos
hasta el último pedacito
De esta
ansiedad preciosa
De esta
inseguridad hermosa
Que me
cobija en las noches
Y me
humilla por las mañanas
Entre más
inconcluso el asunto
Más tripofóbica
se vuelve la lengua
Dedos
llenos de mordiscos
Exploradores
de anatomía
Son como
pequeños trenes
Perdidos en
necesidades ajenas
Idiota
quien cree que es libre
Su saliva
xenobiótica viene a salvarme
Me muestra
el camino a la sala de espera
En viejas
revistas me espera la putrefacción
Idiota
quien no disfruta lo artificial
Por creerlo
antinatural
A mayor
cantidad de aire malgastado
Mayor la
curva de aprendizaje
Los brazos
se confunden con la piel del cuello
Se
resquebrajan las espaldas
Y mientras
chupo el piso de este salón
Podría jurar
que me vuelvo menos tímido
No te lo
tomes tan a pecho
Son solo
llamaradas de frustración
Si aún no
terminamos de saber quién somos
Cómo
demonios habrían de saberlo los demás
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